Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y Catedrático en la Facultad
de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
Publicado en El Montonero, con fecha 19-04-2021
En honor a la verdad
escribo este artículo cuando los peruanos sabemos los resultados de la elección
presidencial al 100% de actas procesadas. En primer lugar, saludo que la
participación electoral haya sido del 70,207% a pesar de que vivimos la segunda
ola del COVID .19. Creo que esta innegable realidad, que demuestra la
responsabilidad electoral de la mayoría de los peruanos, me hace demostrar que
el voto debería ser voluntario porque sin con una terrible pandemia la mayoría
de los peruanos hemos votado, con el alto riesgo de contagiarnos, por qué no en
una realidad normal. ¡Sí al voto voluntario!, pero este tema será para otro
artículo.
En este artículo me
centraré en los candidatos con mayor votación hasta los del último lugar:
Pedro Castillo obtiene el
19,098% de los votos válidamente emitidos, pero calma que no es el 30,62% o el
31,70% de los votos que obtuvo el castrochavista Ollanta Humala en los procesos
electorales de los años 2006 y 2011 respectivamente. Lo cierto es que Castillo
le quitó muchos electores a la castrochavista Mendoza. ¿Por qué? Sencillamente,
porque los electores de izquierdas -que no son limeños- no los conquistas con
la ideología de género ni el saludo bobo de “todos, todas y todes.” Tremendo
horror gramatical que solo lo aceptan los caviares en Lima, no por otros
electores. Es decir, Huancavelica tiene enormes necesidades como la
construcción de hospitales público de alta calidad y para nada les importa la
ideología de género ni el saludo de “todos y todas.” Indudablemente, estos
caviares conocen la realidad peruana como yo conozco la luna Europa de Júpiter.
Lo también cierto es que Casillo, a diferencia de Mendoza, no ha necesitado el
uso de redes sociales porque, como lo he dicho varias veces en mi cátedra de
marketing político, en el Perú existe una brecha digital y muchos peruanos les
importa nada lo que se diga en las redes sociales porque tienen que trabajar y
punto final. Para mí, Castillo representa dos realidades terribles: La primera
es la mediocridad de del famoso sindicato de docentes de colegios estatales
llamado SUTEP, estos señores se resisten a ser evaluados y al perfeccionamiento
académico, pero “enseñan” a los niños y adolescentes peruanos el curso de
historia. ¡Sinceramente, no dudo la tremenda deformación histórica que harán! Lo
segundo que él es el agente del castrochavismo peruano porque el jefe de Perú
Libre es el médico Vladimir Cerrón quien estudio medicina en Cuba por una
“beca” (mecanismo de compra que hacen las dictaduras comunistas respecto a
extranjeros) generosamente dada por la dictadura castrista que en 62 años ha
generado hambre, miseria, muerte y totalitarismo. Como escribí en el artículo
titulado Reflexiones políticas antes del 11 de abril (publicado el 05 de abril
en El Montonero), Castillo es un candidato peligroso de la ultraizquierda
porque tiene un cordón umbilical de la longeva dictadura cubana.
Aprovecho estas líneas
para acabar con tres viles maniqueísmo. El primero que “Lima es culpable del
voto por Castillo.” Más falso que un dólar ruso porque Lima Metropolitana
concentra un tercio de los electores peruanos y nuestro voto es tan igual que
el de cualquier peruano de otro distrito electoral.
Segundo, “votan por
Castillo porque el Estado no hizo nada.” Otra vil falsedad porque desde el
segundo gobierno de Alan García los 2/3 de los presupuestos nacional lo
administran directamente los gobiernos regionales, que tienen mucho dinero
gracias al canon minero. El problema es que tienen pésimos gobernadores regionales
que administran mal el presupuesto.
Tercero, “la derecha
gobierna 200 años en la República.” Sinceramente, este falacia me da una
risa porque quienes hicieron la Independencia eran los criollos que eran la
izquierda de aquella época contra los realistas que era la derecha de 1821.
Luego aquí ha habido gobiernos de izquierda: Por ejemplo, la primera
administración de Manuel Prado (1939-1945) que era llamado el Stalin peruano
por los mismos comunistas, la dictadura militar de Velasco (1968-1975) y Morales
Bermúdez (1975-1980) eran tan de izquierda que estatizaron todo y
lamentablemente ese caduco modelo no lo cambiaron Fernando Belaúnde ni Alan
García. En este siglo, Toledo, Humala, Kuczynski, Vizcarra y Sagasti han
gobernado con comunistas y caviares. Es decir, la izquierda peruana ha tenido
(y tiene) mucho poder en el Ejecutivo y si estos argumentos no les convence le recordaré
lo siguiente: Los socialistas Gregorio Santos, en Cajamarca, Gerardo Viñas, en
Tumbes, Vladimir Cerrón, en Junín, César Álvarez, en Ancash, Elmer Cáceres, en
Arequipa, y Jorge Acurio, en Cuzco, han sido gobernadores regionales y, salvo
Cáceres, los demás terminaron presos por corruptos. Viñas y Álvarez ya tienen
sentencia firme y están presos pagando sus delitos. ¡No me vengan a decir que
la izquierda es honesta o que nunca ha gobernado el Perú! Casi me olvida de la
socialista Susana Villarán, ex alcaldesa de Lima, que un programa televisivo
admitió “con orgullo” recibir coima de Odebrecht y que lo volvería hacer. ¿Estas
personas que decían estos maniqueísmo, en que Universidades han estudiado? ¿En
las privadas que no obtuvieron licenciamiento por su mediocridad académica? Una
razón más para que todos los peruanos lleven filosofía en secundaria y
pregrado. ¡Es necesario que aprendan a razonar! En este punto siempre
insistiré.
Keiko Fujimori, la
candidata del segundo lugar (13,368%) y única mujer en pasar a tres segundas
vueltas presidenciales, representa la añoranza de sus electores respecto al
decenio autoritario de Alberto Fujimori. Lo cierto que en esta lid electoral ha
ido muy golpeada por sus procesos judiciales y por el ataque despiadado que
Vizcarra más los poderes fácticos hicieron contra ella desde mediados del año
2018. Como paréntesis diré que considero que las prisiones preventivas son un
exceso porque lo lógico sería que primero te investiguen y luego, con medios
probatorios y una sentencia firme, te lleven a prisión a pagar el delito, no al
revés. Ojo que esto lo digo para todos los peruanos, no me interesa como se
apelliden. Volviendo con el tema, lo cierto es que Fujimori logró pasar a la
segunda vuelta a pesar de que el espectro del centro – derecha estaba
fraccionado en tres porque a su derecha estaba la candidatura del conservador
Rafael López Aliaga mientras a su izquierda del famoso intelectual Hernando De
Soto. Indudablemente, el voto de Fujimori es duro y, probablemente, tiene un
voto escondido en provincias. Así como
Castillo representa a la ultraizquierda, Fujimori hija representa a una derecha
emergente y popular.
A estas alturas, los
peruanos sabemos que Castillo y Fujimori se disputarán la segunda vuelta.
Mínimo deben suscribir un acuerdo por la salud pública peruana, ya que estamos
en el pico más alto de la segunda ola de la gripe china, que sea aplicado y
respetado por el ganador en la segunda vuelta sumado a una hoja de ruta donde
se comprometan a respetar la institucionalidad democrática y a la actual Carta
Magna que ha posibilitado 25 años de riquezas para la clase media y una
movilidad social innegable ya que cualquiera puede nacer pobre, pero no está
condenado a morir en la pobreza. Indudablemente, se gana en el centro político,
no con radicalismos de ninguna parte.
Rafael López Aliaga es el
candidato del tercer lugar y que obtuvo un meritorio 11,700% de los votos y
digo meritorio porque fue el candidato presidencial que recibió una terrible
contra campaña de los poderes fácticos que tenían miedo de perder la “mermelada
mediática.” Lo cierto que López Aliaga representa la primera candidatura
exitosa de una derecha conservadora y sin tapujos en el Perú, ya que antes ha
habido partidos de derecha, pero siempre han tenido el miedo de llamarse
conservadores o derechistas, al grado de tener un discurso más centrista para “no
caer tan mal.” Además, López Aliaga ha demostrado que existe un electorado
que le interesa la defensa de la familia y vida versus la ideología de género.
Es valedero mencionar que este candidato fue el más votado por los peruanos en
el exterior con un 30% de los votos. Esta innegable realidad superó el
maniqueísmo de los electores de la agente castrochavista Mendoza cuando decían:
“Los peruanos en el exterior elegirán un voto contra el sistema.” Su
socialismo los equivocó totalmente porque la mayoría de los peruanos en el
exterior trabajan duramente para llevar un pan digno a sus familias. Además, entre
las 3 candidaturas del centro derecha, representan el 58% de los votos de los
peruanos en el extranjero. ¡Tremenda cachetada de la realidad para la
castrochavista Mendoza! También me parece válido mencionar que López Aliaga
obtuvo el segundo lugar en Lima Metropolitana con el 16,794% de los votos solo
superado por, menos de diez mil votos, por Hernando De Soto. Y un dato
interesante es que en el distrito más poblado del Perú (San Juan de
Lurigancho), López Aliaga fue el más votado con el 15% seguido por Fujimori y
De Soto. Es decir, el 43% de electores de San Juan de Lurigancho han votado por
el centro derecha, realidad impensable hace 30 años porque era un bastión de la
extinta Izquierda Unida antes que yo naciera. Finalmente, considero que López
Aliaga tiene todo para construir un verdadero partido político conservador
peruano, jamás visto porque a diferencia de Colombia, en el Perú -desde la
Independencia- nadie ha deseado llevar esa bandera política a pesar de que la
mayoría de los peruanos creemos en Cristo como Dios.
El cuarto puesto fue para
el famoso economista Hernando De Soto que obtuvo el 11,593% de los votos,
mimado por la mayoría de los medios, pero ni así pudo llegar al segundo lugar.
Considero que de los tres candidatos del centro derecha, él era el candidato
ubicado más hacia el centro por no fijar una posición clara respecto a la ideología
de género ni del aborto, aunque sé que él se considera simpatizante del Partido
Demócrata de los Estados Unidos. Es decir, si es probable que este intelectual
de derechas apoye el combo del marxismo cultural. Lo cierto, a la luz de los
resultados electorales y no de las encuestas, el voto por De Soto fue el
verdadero voto perdido del centro derecha porque le restó votos a López Aliaga
para que pasara a la segunda vuelta, aunque eso es ucronía y hay lo dejo.
El quinto lugar fue para
Lescano, candidato de Acción Popular, que obtuvo el 9,101% de los votos. En lo
personal, jamás creía que él estuviese en el primer puesto en las encuestas, aunque
su demagogia fue terrible. Lo cierto es que, comparando con los dos otros
partidos más longevos el APRA y el PPC, Acción Popular -desde la candidatura de
Barrenechea en el 2016- mantiene un espacio electoral expectante al grado que
los sucesos respecto al breve gobierno de Manuel Merino no le han hecho mella
alguna. Prometo que en otro artículo analizaré el por qué la lampa de Acción
Popular le va mejor, por el momento, que al APRA y el PPC.
El sexto lugar fue para
Mendoza que obtuvo un magro 7,860% que representa una cachetada para toda la
izquierda caviar limeña. Además, ella es la gran perdedora de la lid electoral
porque hace 5 años obtuvo 18% y quedó en tercer lugar, hoy no tiene ni la mitad
de los votos de hace un lustro. Indudablemente, los electores de izquierdas les
aburre la monserga de la ideología de género y de esa bobada de “todos y
todas.” ¡Aprendan caviares! ¡Pongan primero la realidad que su absurdo
marxismo cultural!
El séptimo lugar fue para
el empresario César Acuña que obtuvo 6,035%, tocándole los talones a la
castrochavista Mendoza y superando, de lejos, a otros dos candidatos de la
izquierda caviar como Forsyth y Guzmala, perdón Guzmán. Acuña, a través de su imperio universitario,
le ha permitido ser un actor gravitante de la política peruana en los dos
últimos lustros. ¡Redes clientelares!
El octavo lugar es para
el arquero mediocre de apellido Forsyth (5,628%) que las encuestadoras, por
muchos meses, lo pusieron en el primer lugar. La verdad, por más cruel que
suene, su sola candidatura representaba un insulto a todos los peruanos porque
este derrotado candidato no tenía mérito profesional para ser Presidente del
Perú. Indudablemente, esta candidatura representa otra derrota de la izquierda
caviar que ni, con todo su poder, pudo replantear la candidatura del arquero
mediocre. ¡De la que nos salvamos con este señor!
El noveno lugar es para
el general, en retiro, Urresti que obtuvo 5,613% de los votos. Indudablemente,
su estilo patanesco no le trajo mucho rédito electoral. Lo interesante es que,
similar a Acuña, Podemos Perú tiene algún espacio electoral a través de la
Universidad privada de la familia Luna que le permite construir redes
clientelares. Lo que sí es extraño que el arquero mediocre lo haya superado por
menos de tres mil votos.
El décimo lugar es para
el señor de los incendios y de Maratón, apellidado Guzmán que obtuvo un magro
2,248%. ¡Ni a medio millón de electores llegó! Como Mendoza y el arquero
mediocre, Guzmán representa una severa derrota para los caviares, pero -en el
caso de él- le pasa factura política el pésimo manejo de Sagasti ante la crisis
de la pandemia.
Los otros grandes
derrotados, de la ultraizquierda, son Humala (1%), recordar que este
castrochavista llegó a la Presidencia hace 10 años, Vega (0,7%), Arana (0,4%) y
Alcántara (0,3%). ¡Por fin, nos liberamos de estos impresentables
castrochavistas que dejarán la política!
No deseo acabar el
presente artículo mencionando dos puntos vitales:
Primero, que bárbaro que
165, 345 limeños hayan votado como congresista a un vacado por corrupción, golpista,
que se vacunó en secreto, que contrató a un impresentable como Richard Cisneros
en el Ministerio de Cultura, que recibió coimas de OBRAINSA y Odebrecht, y que
es el autor intelectual de la desgracia peruana por su pésimo manejo de la
pandemia. Obviamente, me refiero a Vizcarra que será Congresista.
Indudablemente, sus electores son tan cínicos y perversos que el vacado por
corrupción. ¡Después se quejan de los congresistas que tenemos!¡Sinvergüenzas
porque nuestros políticos son reflejo de nuestra sociedad!
Segundo, sinceramente me
parece extraño la remontada del “Partido” Morado del 4,7% a 5,30%. Es
decir, pasan la valla electoral. Más extraño es que en Arequipa obtengan más
votos congresales que Renovación Popular cuando ni un heladero sabía quién era
Julio Guzmán. ¡Parece una maniobra para que la ultraizquierda y los caviares
tengan mayoría en el Congreso con el vil objetivo del cambio de la Carta
Magna!¡Mucho cuidado!¡ Renovación Popular debe exigir reconteo de votos!
¡Veremos qué sucede en
las próximas semanas hasta el domingo de la segunda vuelta!
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